Todavía podemos
encontrar opiniones como que la psicoterapia es anticientífica, comparada con
los métodos físicos químicos. Semejante opinión es injusta y errónea. La
psicoterapia no es un método curativo moderno, es la terapia más antigua de la
Medicina. Dentro de los métodos más antiguos de la Medicina siempre fue la
psicoterapia, debido a la capacidad sugestiva del médico sobre le enfermo, se
cura mas veces por la fe en el acto médico que por la intervenciones químicas.
Es evidente que el factor psicológico del enfermo, siempre juega un papel
grande en su capacidad de curación siendo así que las psiconeurosis, son muy
asequibles a la influencia psíquica del terapeuta, curando muchas veces más la
persona por lo que es, en este caso médico o psicoanalista.
En la esencia de todo
trastorno psicológico, la moral del enfermo ejerce un poder determinante en su
curación y en su enfermedad. La moral ejerce una actividad represora sobre la
parte inconsciente de la personalidad, imponiéndose en la conciencia de la
persona en calidad de síntoma, castigo o sumisión.
La percepción de bueno
o malo, el sentimiento de culpabilidad y su necesidad de aliviarlo, son los
ejes sobre los cuales gira el proceso de toda enfermedad psíquica. La
enfermedad psíquica es una solución frente al sentimiento de culpabilidad y
frente al sentimiento moral de ser buena o mala persona. Podemos decir que la
enfermedad es buscada por nuestra moral para aliviar el sentimiento de culpa,
una especie de autocastigo o auto convencimiento de estar ejerciendo una moral
contraria a lo familiar o social establecido. La dificultad del psicoanálisis
como psicoterapia se encuentra en el rechazo que muchas personas enfermas
tienen hacia la curación. Son innumerables los casos de pacientes que acuden a
psicoterapia y cuando comienzan a sentirse bien o aliviados interrumpen su
psicoanálisis por razones morales. Su moral no le deja libre de culpa. Su
alivio solo indica que todavía debe seguir penando. Hay un límite en toda
persona que de manera inconsciente ella sabe hasta donde está dispuesta a
llegar. Este límite impuesto por su moral sobre la conciencia es lo que
determina que una enfermedad incluso orgánica, dure mas o menos tiempo e incluso determina su cronicidad.
Ciertas enfermedades orgánica y mentales
de duración ilimitada son decisiones inconscientes morales. La moral ha
condenado a la persona a lo eterno de la enfermedad, ha sido desterrada del
campo de la salud y tiene que cargar con su enfermedad de por vida. Tanto es
así, que muchos enfermos, está esperando escuchar que “no hay solución para su
enfermedad”, hasta el punto que dicho diagnóstico les calma y sobre el cual,
desarrollan una nueva vida. (continuará)
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