domingo, 29 de marzo de 2020

CONCEPTO DE BISEXUALIDAD. (Capítulo del libro: La Sexualidad, la fuente de la vida)

Entendemos por bisexualidad la atracción amorosa y sexual que todo niño y niña
 experimenta hacia la figura de los padres. No se puede entender la manifestaciones afectivas y sexuales en el hombre y en la mujer si no analizamos este importante concepto. 
Los niños tienden a identificarse con el padre y con la madre y en esa identificación se pone el juego la atracción hacia la otra figura parental. Por ejemplo, toda niña pasa por un periodo de identificación con la madre, esto significa que la niña, quiere ser como la madre, es decir, la idealiza, se compara con ella y también puede competir con ella porque la niña reconoce que el padre es objeto de deseo y de amor de la madre. Y en ese amor o competición hacia la figura materna, el padre adquiere un valor para la niña.
También vemos que los celos que se despiertan en la niña pueden determinar la orientación sexual de la misma. 

Cuando la niña tiene un vínculo fuerte con la madre (vínculo homosexual) el padre se convierte en un rival para la misma, por lo tanto, la niña puede competir con el padre o identificarse masculinamente con él de manera que siendo como el padre, puede desear y amar a la madre. Por lo tanto, la niña tiene que pasar por ambas identificaciones y dependiendo de sus circunstancias personales puede orientarse mas hacia un sexo u otro, lo que equivale a decir que una de las dos manifestaciones de la sexualidad puede quedar reprimida o latente pero siempre existe las dos predisposiciones, a la heterosexualidad y a la homosexualidad.  

Su sexualidad puede evolucionar hacia la heterosexualidad y su homosexualidad estar sublimada hacia la figura de alguna amiga o figura femenina y al contrario, ser homosexual y su heterosexualidad desplazada  hacia alguna figura masculina en calidad de amistad, socio o a nivel inconsciente hacia la figura paterna y a veces hacia la figura de algún hermano varón.

En el caso de niño, el paso hacia la constitución de su sexualidad adulta también pasa por una identificación hacia la figura de ambos padres. La disposición heterosexual en el varón supone una primera identificación con el padre. Como su padre quiere ser,  para tener y querer a la madre. El niño quiere amar a la madre y sabe que el padre es lo que ella desea, por lo tanto si el niño se parece a su padre, puede amar y desearla a ella. Ocurre que la disposición amorosa del niño hacia el padre no siempre es cordial, puede entrar en competición con el mismo y querer ser fuente única y absoluta del amor materno. Esta solución hará que el niño tenga un conflicto neurótico con el padre y futuras figuras masculinas a las cuales siempre las verá como competidores en el campo de amor. Por experiencia, la identificación positiva hacia el padre, “ser como él”, “parecerse a él”, genera menos conflictos neuróticos en el futuro desarrollo sexual del niño que cuando la actitud del mismo es conflictual.



El niño, cuando tiene un fuerte apego a la madre, también se identifica a la misma y de esta manera ama y desea lo que ella desea: al padre. Este modelo de identificación sumerge al niño en la variante homosexual, donde busca ser amado por un hombre como lo es la madre por el padre. 

Tratando de explicar lo mejor posible el concepto de bisexualidad, nos debe quedar claro que el desarrollo de la elección de objeto de adulto ( homosexual o heterosexual) dependerá de cómo se reprimió una de las dos corrientes. También es cierto que la predisposición a la bisexualidad hace que podamos incluir ambos objetos ( el masculino y el femenino) en nuestras elecciones sexuales de adulto. No son excluyentes y de serlo, la parte excluida queda latente a nivel inconsciente desde donde puede emitir un efecto futuro. 


Numerosos hombres heterosexuales en un momento de su vida empiezan a tener fantasías o deseos homosexuales que satisfacen de manera oculta o se convierte así mismo en fuente de conflictos neuróticos consigo mismos, llegando a sentir un verdadero malestar que requiere ayuda terapéutica. A ciertas mujeres les ocurre lo mismo, que habiendo participado satisfactoriamente de una vida amorosa y sexual heterosexual, se les despierta el deseo homosexual latente en su inconsciente y puede suponerle un cambio de orientación en su elección de objeto, inclinarse por una bisexualidad manifiesta o declinarse por una elección homosexual de objeto. 



domingo, 15 de marzo de 2020

RESPUESTAS EMOCIONALES A LA CRISIS DEL CORONAVIRUS ( Sobre un estudio de 197 personas analizadas en los primeros diez días )



En los últimos diez días, se ha desencadenado la crisis aguda del temor al contagio del coronavirus. He atendido cerca de doscientas personas entre pacientes, amigos y personas que me consultaron. Las respuestas emocionales no han sido tan variadas y hasta el día de hoy puedo resumirlas en miedo, temor, ansiedad, angustia ante la incertidumbre, fantasías catastrofistas de muerte y fin del mundo, ruina económica. 
Vamos a analizar dichas reacciones emocionales con el instrumento de lectura del psicoanálisis. 
El miedo es la respuesta emocional a un peligro. En este caso, el miedo es real, ya que según las noticias es un virus peligroso, que sin embargo  afecta a personas que tienen el sistema inmune deprimido o ligeramente deprimido y con otras patologías asociadas. El hecho de conocer el factor externo del miedo, nos puede provocar angustia, que seria la respuesta emocional expectante ante el elemento externo peligroso. El hecho de que sintamos angustia, nos libra de padecer un síndrome o trastorno de la personalidad postraumático y así mismo, la angustia nos protege de padecer la reacción descontrolada y emocional, con pérdida del autocontrol que produciría el pánico. 
Nuestro aparato psíquico, está regido por nuestros deseos inconscientes, los cuales, como ya explicó Freud, se sirven de los restos diurnos, de la realidad, de las fuentes, de la situación y excitaciones externas para poder manifestarse. En este caso, las fuentes externas causantes de la excitación de nuestro psiquismo y que puede producir miedo, ansiedad o angustia son propicias para la estimulación de la imaginación haciendo que cada persona tenga una respuesta emocional o afectiva parecida o distinta.

Nos encontramos con personas que no están desarrollando miedo y otras que si. He analizado a personas que la incertidumbre no les genera angustia y a otra sí. Así mismo he analizado a personas con fantasías catastrofistas de muerte, tanto personal como ajena y otras que ni se les ha pasado por la mente la idea de muerte. 
Parece ser que cada psiquismo, según lo que cada uno imagina o dependiendo de la grandeza de la imaginación, la respuesta emocional es una u otra. 
Freud habla de estados depresivos en las personas. Las personas que entrevisté con estado de ánimo depresivo anterior a la crisis del coronavirus, son las que mas han desarrollado la fantasía de muerte y catástrofe mundial, donde toda la población humana moría. Las personas no depresivas, no tuvieron semejantes fantasías. Por lo tanto, el estado de ánimo depresivo contribuye a la aparición o no del temor a la muerte. 

Cuando el sentimiento es de muerte propia es claramente un sentimiento melancólico, que ya indica que esta persona actualmente, puede estar incubando o ya tiene una depresión de fondo. 
Y las fantasías de aniquilación de la humanidad, es un reflejo de los celos futuros, provocados por que una vez que muramos, la humanidad seguirá existiendo, sin nosotros. Algo que nadie tolera y a todos de manera inconsciente, nos gustaría que con nosotros terminara el mundo, ya que nadie se quiere morir y a todos nos gustaría ser eternos. 
Y por último, varias personas tuvieron pensamientos de fracaso económico. Es cierto que la situación producirá trastornos económicos en muchas personas que no podrán solucionar y tendrán que cerrar algún negocio pero hay otras que también utilizarán como justificación para cerrarlo ante esta situación social, sobre todo si el negocio no les iba bien anteriormente a la crisis del coronavirus.

Este es el resumen del análisis que he podido llevar a cabo en los últimos diez días. Voy a estudiar la próxima semana las consecuencias psíquicas que la situación social sigue provocando en esta muestra de personas por mí analizadas. Como consejo, no se fíen mucho de lo que sienten porque me hablado con varias personas que han contraído el virus y están totalmente asintomáticas, lo cual llama poderosamente la atención. Tienen ligeros síntomas gripales pero nada que pudiera poner en peligro sus vidas.