domingo, 24 de agosto de 2014

LA LIBIDO SEXUAL Y LA PRODUCCIÓN DE LA ENFERMEDAD


La libido sexual se define como la energía que mueve e impulsa a la persona dentro de un contexto social o familiar. Dicha energía sexual,  es inconsciente y tiene la capacidad de desplazarse a la conciencia para llevar a cabo la toma de decisiones en la vida. Las perturbaciones mentales no son inconscientes, sino del orden de la conciencia. Esto significa que lo que enferma es  “el yo” o parte consciente de la personalidad, debido a que las manifestaciones de dicha energía sexual producen perturbaciones al yo, debido a que con la misma libido sexual con que se hace el amor, es con la misma libido con la que se trabaja, se ama, se lleva a cabo un proyecto, se odia, se desea. Digamos que no es tanto una cuestión de falta o no de energía sexual sino de saber entender cómo la energía sexual pasa a través de unos “depuradores mentales “ para poder acceder como energía en la conciencia. Podemos semejarlo al petróleo en bruto. Es un material que si no pasa por un proceso químico de refinación, no puede usarse como combustible. Esto mismo sucede con la energía sexual en su “estado puro”. Debe pasar a través de una parte de la mente, llamada “preconsciente” que será la encargada de hacerla útil para la conciencia. El proceso de enfermarse es mas del orden con que dicho proceso de “refinamiento” de la energía sexual falla. La persona tiene una “fábrica” no del todo adecuada para transformar dicha energía en estado puro en una energía útil para su conciencia. Sucede entonces que la libido accede a la conciencia y la persona se encuentra con una energía fuerte, poderosa pero no sabe qué hacer con ella y encima contamina su conciencia. De ahí la necesidad de un psicoanálisis para entender qué mecanismo no han logrado establecerse o mejor dicho, qué se ha constituido de menos o demás en dicha personalidad que altera el proceso de “depuración” de la libido sexual. Absolutamente todos los problemas o trastorno mentales tiene una base inconsciente sexual. Cualquier persona, aunque no quiera sufre o padece los efectos de su energía sexual. Cuando no logra acceder por los caminos habituales, el cuerpo suele ser una manera de depurar dicha energía sexual. La fibromialgia, las ulceras, los trastornos de la circulación, numerosos síntomas neurológicos, cardiacos, respiratorios y cancerígenos, son modos de depurar dicha energía sexual. Es la denominada enfermedad psicosomática. Algo de la psiquis, en este caso la libido sexual, se ha canalizado a través del cuerpo y los órganos se han erotizado, es decir, toman otra dimensión como órganos que ahora duelen o sufren el paso de la energía sexual a través de ellos. Lo verdaderamente impresionante es ver cómo la terapia del psicoanálisis es capaz de volver a reconducir la libido sexual por los canales adecuados. Y sorprende ver cómo se cura la fibromialgia y numerosos síntomas o enfermedades que son mas del orden de lo psíquico y que se han manifestado en el cuerpo.

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