martes, 16 de octubre de 2012

AGRESIVIDAD Y FANTASIAS HOMOSEXUALES EN EL TOC


La mayoría de los pacientes que acuden a consulta con un trastorno obsesivo compulsivo, refieren tener fantasías agresivas hacia personas tanto queridas como no queridas. Esto les supone un gran malestar pero a veces también una intensa excitación sexual que genera un interesante sentimiento de culpabilidad. Así mismo, la fantasía en el hombre suele ser denigrando a mujeres o siendo el víctima de un deseo homosexual.
Cuando investigamos en este tipo de pacientes, llegamos hasta el inicio de su etapa sexual infantil y nos encontramos en ellos que había un interés especial cuando veían que “un niño era pegado”. Este tipo de situaciones se presenciaban habitualmente en la Escuela e iban unidas a fantasías de flagelación. Sin embargo, dichas fantasías de pegar o ser pegado, ya se habían producido con anterioridad en el niño pero había quedado olvidada por una laguna mental dicho recuerdo.
Este tipo de pacientes, con vergüenza, reconocen encontrar un elevado placer que culminaba en un acto de satisfacción autoerótica en el acto de ver cómo pegaban a un niño. Pero simultáneamente, asistir a escenas violentas, provocaban en el niño sentimientos tumultuosos e intolerables. Ante la pregunta de quién era el niño golpeado, siempre surgía la misma respuesta: no lo sé, pegaban a un niño. El poderoso sentimiento homosexual que experimentan la mayoría de los pacientes con toc, guarda relación en los hombres con fantasías femeninas, donde el sujeto acaba ocupando un lugar femenino. Su fundamento tiene relación con lo que voy a exponer a continuación.
Cuando en el desarrollo sexual del niño, ha habido un componente sexual sádico, lo predispondrá a la neurosis obsesiva, que luego queda transformado en un deseo masoquista, como ahora veremos. Los estudios que el psicoanálisis lleva a cabo, muestra que las fantasias de ser golpeado o golpear, donde se incluye las fantasias homosexuales de ser dominado, se corresponde a un desenlace y no a un comienzo o principio. Los pensamientos repetitivos que aparecer en el toc, que se mantienen en el tiempo y que acaban teniendo forma de síntomas, son producidos por una compleja evolución en la historia del sujeto, cuyo inicio data del comienzo de la edad infantil, donde el niño comienza a tomar conciencia de la sexualidad.
En el caso de las mujeres, relatan que en la fantasía de ver pegar a un niño, siempre es un hermano o una hermana menor cuando los tiene. Esta fantasía es de carácter sádico pero por norma general, quien pega al hermano, suele ser el padre. Entonces, en la primera fase de la fantasía, es el padre, quien pega al niño. Más adelante, cuando la fantasía se va desarrollando, la sujeto acaba reconociendo que en la fantasía que tanto placer le da, describe que el niño golpeado por el padre, soy yo. Es decir, esta fantasía de la niña, de verse golpeada por el padre, tiene un indudable carácter masoquista. Generalmente, nunca llegan a pronunciar los sujetos esta fantasía, ya que acaba siendo una construcción que el psicoanalista muestra a la sujeto.
Cuando nos preguntamos por el origen del masoquismo femenino, llegamos a la conclusión después de ser estudiado con atención y detenimiento, que la fantasía de ser pegada por el padre, se corresponde con una etapa en el desarrollo de la niña, donde la cual se halla bajo el complejo parental, es decir, la niña aparece en este periodo tiernamente fijada al padre, habiendo previamente una actitud hostil hacia la madre. 

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