lunes, 22 de octubre de 2012

AGRESIVIDAD Y FANTASIAS HOMOSEXUALES EN EL TOC (2ª parte)


Cuando nos preguntamos por el origen del masoquismo femenino, llegamos a la conclusión después de ser estudiado con atención y detenimiento, que la fantasía de ser pegada por el padre, se corresponde con una etapa en el desarrollo de la niña, donde la cual se halla bajo el complejo parental, es decir, la niña aparece en este periodo tiernamente fijada al padre, habiendo previamente una actitud hostil hacia la madre que persistirá al lado de una tendencia cariñosa y a la que puede estar reservado hacerse mas intensa y mas claramente consciente con el transcurso de los años o provocar, por reacción una exagerada adhesión amorosa a la personalidad de la madre.
La fantasía de ser flagelada en la mujer, no se enlaza sólo en la relación madre-hija, ya que en la familia, hay otros niños pequeños o mayores a los cuales, la niña no quiere porque tiene que compartir con ellos el amor de los padres. Cuando se trata de una hermanita menor, la sujeto la desprecia, además de odiarla ( este es el fundamento de la mala relación entre hermanas adultas ) y tiene que presenciar cómo atrae la ternura de los padres por ser la hija menor. Comprendemos que el pegar a alguien, aun sin hacerle daño, significa una negación del cariño y una humillación. Son así muchos niños que creían poseer el inquebrantable amor de sus padres y a quienes un solo golpe hace caer de las alturas de su imaginada omnipotencia. La idea de que el padre pega a aquel niño odiado por mi, será muy agradable y surge independientemente de haber presenciado o no tal suceso. Esta fantasía significaría: “mi padre no quiere a mi hermanita, solo que me quiere a mí”
La fantasía en la niña de ver pegar a un niño, satisface sus celos y sus intereses egoístas.
Con el desarrollo sexual tanto en el niño como en la niña, nunca falta la fantasía en el niño de tener un hijo con la madre y en la niña, con el padre. Estos enamoramientos, con el tiempo, terminan por reprimirse, bien por el nacimiento de un hermanito- considerado como una infidelidad imperdonable-, por una ofensa inesperada o bien por agotamiento. Estas ideas, acaban siendo reprimidas sencillamente porque los niños entran en otra etapa de la evolución infantil-adolescente de su sexualidad. Simultáneamente a este proceso de represión, surge una conciencia de culpabilidad, también de origen desconocido pero enlazada indudablemente a aquellos deseos incestuosos hacia los padres. La fantasía de origen incestuoso sería: “ mi padre me quiere sólo a mi y no a mi hermanito porque le pega” Pero en la segunda fase de la fantasía, donde ya aparece la culpa, la frase queda sustituida por: “ no, no te quiere, porque te pega”. Aquí ya vemos que la fantasía femenina es masoquista. La idea de que el padre me ama (pensamiento por el cual pasan todas las niñas) en la segunda fase de la fantasía sería: “mi padre me pega”. Este “ser pegado” sería la confluencia de la conciencia de culpabilidad por querer satisfacer el deseo incestuoso con el padre. Y esta sería la esencia del masoquismo en la mujer.
En los niños que de adultos tiene toc, las fantasías homosexuales, son de carácter femenino. En el desarrollo psicosexual del hombre, este pasa por una fase edípica, donde toma conciencia del padre como rival en su relación con la madre. Cuando el padre es muy rígido y despierta en el niño pensamientos de ser pegado por él, la fantasía de ser pegado por el padre, es una representación del complejo de culpabilidad por haber deseado el acto incestuoso hacia la madre. El niño tiene miedo de ser pegado por el padre porque ha tenido un deseo incestuoso hacia la madre. El padre, para el obsesivo, siempre tiene un carácter terrible, castrador, de manera que sólo puede convivir a su lado siempre y cuando sustituya su terror al padre por una actitud pasiva. Esta actitud consiste en la transformación de fantasías sádicas hacia el padre en fantasías masoquistas de ser flagelado por el padre. Esta actitud pasiva por parte del niño, es la causa de las fantasías homosexuales en los pacientes con toc, ya que la fantasía de ser golpeado o sodomizado por el padre, constituye el justo castigo por haber trasgredido la ley del incesto. “ Soy pegado-sodomizado por mi padre, por haber deseado a mi madre”.
En el paciente toquiano, la agresividad hacia el padre queda reprimida y sustituida por un componente masoquista, de carácter femenino, homosexual. La fantasía de ser homosexual para un paciente con toc, supone un castigo por haber querido satisfacer algo con la madre que sólo le estaba reservado al padre. No hay otro fundamento inconsciente que de cuenta de la agresividad hacia el padre y las fantasías homosexuales en el paciente con trastorno obsesivo compulsivo. 

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