domingo, 3 de junio de 2012

DIFERENTES TIPOS DE PERSONALIDAD


DIFERENTES TIPOS DE PERSONALIDAD

Los humanos somos semejantes pero no iguales. Para analizar la enorme multiplicad existente dentro del hombre, hay que seleccionar las características determinadas y los puntos de vista precisos a los cuales deberá ajustarse esa diferenciación. Las cualidades físicas serán tan útiles como las psíquicas y las mas valiosas serán por fuerza aquellas clasificaciones que se funden sobre la constante y regular combinación de características físicas y psíquicas. Si limitamos nuestros esfuerzos a definir ciertos tipos puramente psicológicos, las condiciones de la libido sexual son las que mejor derecho tienen para servir de fundamento a tal clasificación. Los distintos tipos psicológicos de personalidad han de abarcar todas las variaciones que caen dentro de la gama de lo normal. Pero en su expresión exagerada, podrían aproximarse a ser los llamados cuadros clínicos, diferenciando lo normal de lo patológico.
Desde el psicoanálisis es posible distinguir tres tipos libidinales básicos y los clasificamos en: los de tipo erótico, obsesivo y narcisista.
El tipo erótico es fácil de caracterizar. Los eróticos son personas cuyo interés principal- la parte relativamente más considerable de su libido- está concentrada en la vida amorosa. Amar, pero particularmente ser amado, es para ellos lo más importante en la vida. Se hallan dominados por el temor de perder el amor y se encuentran por eso en particular dependencia de los demás que pueden privarlos de ese amor. Aun en su forma pura, este tipo de personalidad es harto común. Existen variantes del mismo que obedecen a las variables combinaciones con otros tipos y al agregado mas o menos considerable de elementos agresivos.
El segundo tipo, es el tipo obsesivo, se caracteriza por el predominio del super yo o ley moral. Las personas de este tipo se hallan dominadas por la angustia ante la conciencia, en lugar del miedo a la pérdida de amor. Exhiben por así decirlo, una dependencia interna en vez de la externa; tienen alto grado de autonomía y son las personas tenaces que mas producen para la sociedad.
Las características del tercer tipo, justamente calificado de narcisista, son de signo negativo. El interés principal, está orientado hacia el egoísmo o hacia la autoconservación. Este tipo de personas son independientes y difíciles de intimidar. Suelen tener una fuerte dosis de agresividad que se traduce en disposición para la acción. En el terreno de la vida amorosa, prefieren amar a ser amadas. Impresionan a los demás como “ personalidades”; son particularmente aptas para servir de apoyo al prójimo, para asumir el papel de conductores y para dar nuevos estímulos al desarrollo cultural o quebrantar las condiciones existentes.
Estos tres tipos puros, es difícil encontrarlos y lo que habitualmente vemos, son tipos mixtos. El erótico-obsesivo, tiene mucha dependencia de las personas y los residuos de las relaciones con los padres, marcan su vida actual.  El erótico-narcisista, quizás sea el más común de todos los tipos.  Ama, se deja amar, tiene carácter activo-agresivo y tienden a buscar su autosatisfacción. El narcisista-obsesivo, representa la variante cultural mas valiosa, pues tienden a la autosatisfacción y a la vez tiene una tendencia a ayudar al prójimo.
Si existiera la variante erótico-obsesivo-narcisista, sería el tipo ideal de persona, la armonía perfecta. Cada uno de estos tipos o variantes libidinales, en su grado extremo puede representar características o anomalías patológicas.
El erótico en su grado extremo, es aquella persona drogodependiente de la persona amada. Suele sufrir y empobrecerse mucho porque todo su temor es perder a la persona que lo ama.
El obsesivo, en su expresión exagerada constituye unos de los cuadros patológicos mas habituales en la clínica psicoanalítica, que son las personas que padecen toc. Suelen ser prisioneros de sus propios pensamientos morales y la lucha entre su moral infantil familiar y adulta puede llegar a provocar un verdadero trastorno de la personalidad.
El narcisismo en su variante extrema, es el productor de la soledad en muchas personas. Es tanto el egoísmo que la persona tiene que siente un desprecio por todo aquello que a él no le pueda aportar una satisfacción. No da, no aporta y su palabra mas importante es “ yo”. 

LA SEXUALIDAD DE LA MUJER ( y 5ª parte )


¿ qué es lo que la niña pequeña pretende de su madre?. ¿ de qué índole son sus fines sexuales? ( entendiendo por fines sexuales, los comportamientos de la niña, para conseguir algún goce ). El estudio de la sexualidad femenina, así como su evolución, ha observado que los fines sexuales de la niña con respecto a la madre, siempre son tanto de tipo activo como pasivo, determinado por su propia evolución. Se ha visto, que en los niños, cuando reciben algún tipo de suceso, que les impresiona por su implicación pasiva, se puede observar que luego responden de manera activa. El niño, trata de hacer por sí mismo lo que se acaba de hacerle a él o con él. Cuando a pesar de sus resistencia, el niño es obligado por el médico a abrir la boca para examinarle la garganta, este jugará a su vez a ser el doctor y repetirá el mismo violento procedimiento con algún hermano menor que se hallará tan indefenso frente a él como él lo estuvo en manos del médico. Aquí podemos reconocer que en el niño, hay una  rebeldía contra la pasividad y una preferencia por el papel activo. No todos los niños, consiguen realizar siempre y con la misma energía este viraje de la pasividad a la actividad, que en algunos casos puede faltar por completo y condicionar su vida de adulto a manifestarse pasivamente frente a su vida. De esta conducta, activa o pasiva, se puede deducir la fuerza relativa de las tendencias masculinas y femeninas que habrán de manifestarse en su vida sexual.
Las primeras vivencias total o parcialmente sexuales del niño en relación con su madre son naturalmente de carácter pasivo. Es ésta la que le amamanta, le alimenta, le limpia, le viste, le obliga a realizar todas sus funciones fisiológicas. Parte de a libido del niño se mantiene adherida a estas experiencias y goza de las satisfacciones con ellas vinculadas, mientras que otra parte intenta su conversión en actividad. Primero, el proceso de ser amamantado por el pecho materno es sustituido por la succión activa. En sus demás relaciones con la madre, el niño se conforma con la independencia, es decir, hacer por sí mismo lo que antes se le hacía, o con la repetición activa de sus vivencias pasivas en el juego, o bien realmente convierte a la madre en objeto, adoptando frente a ella el papel de sujeto activo.
Raramente oímos que una niña pequeña quiera lavar o vestir a la madre o inducirla a realizar sus necesidades. Es cierto que a veces le dice: “ ahora vamos a jugar que soy yo la madre y tú la hija”, pero generalmente realiza estos deseos activos en forma indirecta al jugar con su muñeca, representando ella a la madre y la muñeca a la niña. El hecho de que las niñas sean mas afectas que los varones a jugar con muñecas suele interpretarse como un signo precoz de la feminidad incipiente.
Para la niña pequeña, hay un deseo hacia la madre, por ser esta la que a través de la limpieza y los cuidados corporales, también proporcionaba las primeras excitaciones sexuales. Muchas madres me han contado que sus hijas pequeñas de dos o tres años, gozaban de estas sensaciones e incitaban a la madre a exacerbarlas con toques o fricciones repetidas. El hecho de que la madre sea la que inicie en la niña el desarrollo de su sexualidad, es la causa o motivo de que luego en sus fantasías, aparezca el padre como seductor sexual. Al apartarse de la madre, la niña también transfiere al padre la responsabilidad de haberla iniciado en la vida sexual. De hecho, muchas mujeres adultas que acuden a consulta diciendo que sufrieron abusos por parte de la figura paterna, el psicoanálisis muestra que era más una fantasía que el hecho en sí. 
El desprendimiento de la madre, es un paso importantísimo en el desarrollo de la niña e implica mucho mas que un mero cambio de objeto. Con el desprendimiento de la madre, la niña reprime su masculinidad. En la homosexualidad femenina, el carácter masculino de ciertas mujeres tiene que ver con no haber podido elaborar cierta cuota de masculinidad, bajo la fantasía de representar un papel activo seductor hacia la madre. Una vez que la niña hace la separación de la madre, transfiere su actividad sexual hacia el padre, bajo un tendencia pasiva de seducción. De esta manera, el desarrollo hacia la feminidad se halla ahora abierto a la niña, salvo que haya sido impedido por los restos de la vinculación a la madre, que acaba de ser superada.
Evidentemente, toda niña, trata de seducir al padre, hallando en la madre un poderoso rival que no solo despierta sus celos, sino también su agresividad. En esta rivalidad a veces poderosa, se juega el verdadero paso a la sexualidad. Pero ocurre que la niña, cuando ve que el padre tampoco puede ser objeto de seducción, pasa por un periodo donde se siente defrauda y tiene dos caminos, intentar volver a la relación antigua con la madre ( lo cual supondría una detención en su desarrollo sexual ) o bien su libido sexual fluctúa entre ambos y da el paso a lo social, es decir, busca el desarrollo de su sexualidad en objetos masculinos fuera de la vinculación con el padre. Prefiero no introducir el tema de la homosexualidad y dejarlo para próximos artículos porque en la homosexualidad, se busca en el objeto una figura de identificación al padre o a la madre. Por normal general, la niña se separa de la madre mediante una dosis de agresividad y hostilidad que puede mantenerse en la mujer durante muchos años de su vida. ( FIN )