domingo, 31 de enero de 2010
EL SENTIMIENTO DE FRUSTRACION
Quizás sea el sentimiento de frustración, uno de lo sentimientos que más sinsabores produce en las personas. Frustrar-frustrarse, tiene que ver con el incumplimiento de algo que deseamos obtener y que no lo obtenemos, al menos temporalmente. Es decir, que no es tan malo dicho sentimiento, porque hay dos maneras de sentir la frustración: como vivencia infantil, donde la persona ante la no consecución de lo que desea, se queda desarmada, enfadada con el mundo y haciéndose mala sangre. Como vivencia adulta, el sentimiento de frustración, relanza de nuevo el deseo: ante el obstáculo, la persona se empecina y trabaja por obtener de nuevo aquello que la satisfará. ¿De dónde proviene la intolerancia a la frustración? De la infancia. Las personas que fueron educadas de manera muy contemplativa durante su niñez, es decir, les satisfacían sus deseos de manera inmediata, después con el desarrollo se volvieron impacientes cada vez que querían algo. Esta intolerancia a no saber esperar, luego, mas tarde, en la vida de adolescente o adulto, les hace vivir dicha espera de mala manera, sintiéndose frustrado porque no obtienen del mundo las cosas, con la rapidez con que las obtenían del padre o de la madre. La frustración tiene que ver con algo que esperamos de los otros y que no llega o tarda en llegar bajo el prisma del tiempo. No solo me refiero a cosas materiales, sino también al orden de los sentimientos o afectos. Esperar el amor de los otros, el cariño, el afecto también pueden convertirse en causas de frustración cuando no se recibe en la cantidad que uno desea o con la rapidez que uno requiere. ¿ Cuanto amor necesitamos para no sentirnos frustrados? ¿ Cual es el límite a lo material? ¿ Conocemos nuestros límites o las personas se sienten frustradas porque no tienen limites a la hora de pedir y pedir, sea lo que sea?. Lo interesante del psicoanálisis es lo que hace con el sentimiento de frustración. En vez de sentirte mal cada vez que se frustran tus deseos, con psicoanálisis se enseña a utilizar esa energía que produce la frustración para relanzar de nuevo el deseo. El próximo día hablaremos del sentimiento de frustración en el amor.
domingo, 17 de enero de 2010
PROBLEMAS DE FAMILIA
La familia, es el primer modelo de estructura social para el individuo. Podemos decir que los padres son el primer acercamiento a la ideología de lo que piensa un hombre y una mujer. Lo cual no quiere decir que se corresponda exactamente con lo que tiene que ser un hombre o una mujer. El niño, dentro de la familia, se identifica y copia todo aquello que ve. De esta manera, va desarrollando su manera de pensar, de amar, sentir, pero siempre en relación a lo aprendido dentro de la familia. La relación con los padres y los hermanos, es tan importante, que puede condicionar el desarrollo psicoemocional de una persona. De hecho, los problemas que tienen muchas personas a la hora de relacionarse con otras personas, guarda relación con el modo en que se establecieron sus relaciones familiares. El nacimiento de un segundo hermano, por ejemplo, puede llevar a un estado de celos tan grande que una persona puede condicionar su manera de relacionarse con el mundo por la existencia de unos celos inconscientes. Los celos, por ejemplo, también surgen hacia el padre y la madre. Muchos niños, durante la infancia o la adolescencia, tienen un apego muy grande hacia la figura de uno de los progenitores y hacia el otro, mantienen una relación tensa y hostil, que en el fondo no deja de ser más que celos. La rivalidad entre hermanos varones o con el padre, así como la de hijas con las madres o hermanas, son una manifestación de la existencia de los celos o del sentimiento de propiedad. Cuando no se supera esta etapa, es fácil que esa persona manifieste en sus relaciones personales, el mismo sentimiento de celos o posesión que experimentó en su etapa infantil o adolescente. También es muy importante cómo se han relacionado los padres entre ellos, porque del modo de relacionarse, el niño también lo copiará de manera inconsciente. No nos olvidemos que los niños, se identifican a los padres tanto en lo bueno como en lo malo, por esta circunstancia, es fácil acabar pareciéndose a todo aquello que uno mismo rechaza dentro de su propia familia ( CONTINUARÁ )
domingo, 10 de enero de 2010
PSICOANALISIS EDUCACION Y SALUD
Llama mucho la atención, que el la sociedad en que vivimos, no haya una cultura de salud mental establecida desde la temprana infancia. Todavía el Ministerio de Educación y Ciencia no ha incluido dentro de la etapa educativa de niños, adolescentes y jóvenes adultos una asignatura que haga referencia al conocimiento de la psiquis. Recuerdo, hace 25 años, cuando esta terminando Formación Profesional, tuve el privilegio y la suerte de tener una profesora que nos daba Humanística. Esta mujer, se dedicó todo el año, a enseñarnos la teoría psicoanalítica sobre el funcionamiento mental. Éramos casi 20 alumnos y aquellos conocimientos nos sirvió a todos para ser otras personas y pensar nuestro futuro con más seguridad, porque si algo nos enseñó Cristina fue que todo lo que le sucedía a las personas, comenzaba y terminaba en uno mismo. Con 19 años, haber aprendido que mi destino lo iba a escribir yo, me hizo ser otro hombre. Mis miedos, mis inseguridades eran hacia el desconocimiento que sentía hacia mis propias emociones, sentimientos, afectos y deseos. Cuando aprendí el origen de mis emociones y sobre todo de mis pensamientos, el mundo y la vida dejó de asustarme. Muchas veces me he preguntado porqué se enseña biología y no se enseña el funcionamiento de la mente. Cuantas enfermedades y trastornos de la personalidad se podría evitar si se enseñara a la persona a entender cómo funcionan sus procesos psíquicos. Viviríamos de otra manera porque la realidad interna es más poderosa que la realidad exterior. Es nuestra psiquis la que nos paraliza, la que nos asusta, la que nos impide avanzar. Sin embargo, cuando entendemos nuestros procesos mentales, la energía de nuestra mente es la que nos ayuda a poder todo lo que nos propongamos. Todos tenemos un poder ilimitado dentro de nosotros que no utilizamos. Cuando dicen los científicos que sólo usamos el 20% de nuestro cerebro, es lo mismo que decir que sólo utilizamos el 20% de nuestra energía. Se puede vivir mejor, cuando uno tiene el manejo de su propia vida y la vida de uno es la vida que uno puede pensar. Las cosas, cuando van diferente a como queremos tiene que ver más con lo que deseamos inconsciente que con lo que queremos conscientemente. Querer y desear pueden ser sinónimos de las mismas cosas pero a veces, lo que queremos no es lo que deseamos y lo que deseamos, es lo que queremos. Doy gracias al psicoanálisis por haberme abierto las puertas del entendimiento de la vida y de las personas.
domingo, 3 de enero de 2010
EL DESEO
Cuando hablamos del deseo, casi siempre lo pensamos desde el punto de vista sexual y algo hay de razón en ello. Freud, cuando publica La Interpretación de los Sueños, concluye diciendo que todo sueño, se puede interpretar como la manifestación disfrazada de un deseo sexual infantil reprimido. La libido, es la energía que mueve el aparato psíquico y no solo impulsa al hombre y a la mujer a buscar el encuentro de los otros, sino que dicha energía es la que posibilita la realización de los actos y proyectos de la vida. La libido siempre es sexual, entendiendo por sexual la capacidad del hombre de relacionarse con sus semejantes a través de la palabra, del lenguaje. Esta libido, debe ser controlada a través de mecanismos represores, que se instalan gracias a la moral, a la ideología y a la educación. Dependiendo de cómo haya sido reprimida, puede producir conflictos en las personas, ya que los deseos tienen una tendencia a expresarse y siempre buscará el modo de hacerlo, bien a través de los sueños, de la sexualidad, de los proyectos y también a través de la enfermedad o trastorno mental. El psicoanálisis viene a demostrar que detrás de una depresión, un trastorno obsesivo compulsivo, angustia, ansiedad, hiperactividad infantil, fobias, miedos, etc., etc. siempre se descubre la existencia de uno o varios deseos que producen conflicto a la persona que los padece porque no sabe cómo relacionarse con ellos. El deseo, puede ser sexual, sádico, masoquista, amoroso, ambicioso, etc., y la moral puede ser más o menos rígida hacia el mismo. Cuanto más rígida es la moral, más culpa tendrá la persona cuando sienta la llamada de sus deseos, lo cual puede llevarla a enfermar. Lo interesante del psicoanálisis es que nunca las cosas son tan graves como parecen pues después de un tiempo de tratamiento, todas las personas acaban aceptando sus deseos y aprenden a convivir con ellos, lo cual es un alivio, porque una vez que acepta que tiene deseos sexuales, sádicos, masoquistas, egoístas, ambiciosos, etc., se acaban curando de la depresión, de las manías, de las fobias, de la ansiedad, de la impotencias, de la frigidez, etc…
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