martes, 10 de marzo de 2009

CUANDO LOS HIJOS SON LA TAPADERA DE LOS PROBLEMAS DE PAREJA

Cuando surgen dificultades en el proceso educativo del niño es por que algo que habitualmente debería ser normal , deja de serlo.
Tener un hijo debería ser siempre una decisión tomada por amor y con plena libertad. Cada vez, un niño viene para servir a alguna intención o para remediar alguna situación , podemos asegurar que trae “ una etiqueta “ colgada. Por ejemplo, muchas parejas cuando entran en crisis y se plantean separarse, en lugar de acudir a un psicoanalista, deciden tener un hijo. Piensan que ser padres va a hacer que, nuevamente, se sientan más unidos. La llegada del recién nacido les produce, en principio, una aparente felicidad que, más bien, es un autoengaño porque lo que en realidad sucede, es que han dejado de lado sus problemas para ocuparse del bebé. Este niño viene a cumplir la función de ser TAPADERA DE LOS PROBLEMAS DE SUS PADRES.
Y ciertamente, durante algunos años, estos desviarán la atención hacia los cuidados que la crianza exige, cerrando los ojos a su crisis de pareja. Pero los hijos crecen, se hacen cada vez más independientes y las disensiones entre ellos, que estaban soterradas, vuelven a aparecer con más fuerza. Lo que, en apariencia, parecía solucionado no fue más que una sutil maniobra para no afrontar su problemática en lugar de resolverla.
Los niños tapadera vienen a construir una realidad ilusoria para sus padres. La pareja fantasea que prestándole – juntos - los cuidados y las atenciones necesarias: darle de comer, bañarle, dormirle incluso dentro de su propia cama, el niño “ les ha vuelto a unir “.
Nada menos cierto. Ese hijo lleva sobre sí una gran carga: representa el fracaso de sus padres como pareja.
Todo lo que ambos hacen o soportan en la vida diaria es únicamente por él . En algunos casos, incluso, llegan a malcriarlo por que si se convierte en un adolescente problemático, su permanencia juntos queda asegurado por mas tiempo.
¿ Puede manejarse la vida de un hijo de una forma tan egoísta.? Desafortunadamente, esto ocurre con más frecuencia de lo que podemos imaginar. En la clínica, vemos a muchos padres que han llegado a construir hijos conflictivos, con el único fin de que el problema quede enfocado sobre él y no en ellos.
Lo interesante de estas estructuras familiares es que cuando lo traen a consulta – sea su síntoma de la índole que sea- y comienza a mejorar, lo que se pone en evidencia son los problemas de pareja. En ese momento, suelen ser los propios padres quienes retiran al hijo de la terapia porque si llegara a curarse, dejaría de ser su tapadera, y tendrían que afrontar sus circunstancias personales que tanto tiempo han ocultado.

¿ Qué debes hacer.?

La respuesta es bien patente. Ante una crisis sentimental, lo mejor es acudir a una terapia de pareja. NUNCA utilices como solución, aparentemente fácil , la de tener un hijo para tapar dicha situación.
No olvides que si actuaras así, toda la problemática de la pareja se ocultaría tras él y las consecuencias futuras serán totalmente impredecibles. Desde la experiencia clínica, se puede garantizar que semejante decisión traería a la larga, más problemas que soluciones. Sin embargo, algunas parejas prefieren tener un hijo aunque arruinen su vida, para que las suyas permanezcan unidas aunque sea por ese falso vínculo.. ¿ Pueden unos padres llegar a semejante grado de egoísmo, crueldad y locura.? Desafortunadamente, si. La experiencia cotidiana nos dice que se siguen teniendo hijos para que sean la tapadera de los problemas de la pareja.

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