La técnica psicoanalítica es una técnica de la verdad pues en algo, todos nos parecemos y de algo, todos padecemos. Sin embargo y tras mi experiencia clínica de mas de 25 años sobre algo mas de tres mil persona puedo afirmar que nuestro aparato psíquico está conformado para no ver ni escuchar aquello frente a lo cual nos resistimos ver u oir por el malestar o por la reflexión que nos llevaría aceptar cierto grado de verdad que no queremos ver. Frente a esta “supuesta ignorancia aceptada o impuesta por nuestro aparato psíquico” preferimos no saber y vivir en la ignorancia aunque hagamos de una enfermedad mental o de un trastorno del carácter una forma de vida. Nos terminamos acostumbrando a vivir de cualquier manera aunque a los ojos externos y de los demás no cumplamos unos mínimos requisitos de lo que podríamos llamar confort de vida o estabilidad emocional.
La técnica analítica es efectiva desde el primer momento pero cuenta con el obstáculo de las resistencia frente a la curación, frente al cambio o la transformación pues siempre implica sacrificios, renuncias que aunque inútiles son costosas de prescindir de ellas (poner caso clínico) . Por lo tanto no es que el psicoanálisis sea un método terapéutico largo y costoso, sino que es la propia persona, la que se resiste a cambiar, a ponerse en contacto con sus procesos inconscientes, causa así mismo de la problemática que lo aqueja. Existen métodos mas cómodos y mas o menos resolutivos pero no con la misma capacidad transformativa que el método psicoanalítico. Entre un método largo pero efectivo y entre uno breve y sencillo, mejor el primero, a pesar de sus inconvenientes. Ante la posibilidad de poder devolver la incapacidad que muchas enfermedades o trastornos de la personalidad producen en las personas, todo esfuerzo terapéutico nos ha de parecer pequeño, si los beneficios son grandes.
Un hombre sano puede ser carente de valores y no siempre su inferioridad o carencia de valores es atribuida a su enfermedad o algún tipo de neurosis. La neurosis no siempre implica degeneración aunque no es nada raro encontrarla coexistiendo con fenómenos de degeneración en el mismo individuo.
La técnica psicoanalítica no se puede llevar a cabo con efectiva si no se cuenta con la decisión espontánea de la persona, así mismo no sirve bajo la imposición de los familiares.
También es importante para la efectividad del psicoanalisis que la persona sea aún susceptible de educación pues ciertas fallas en su educación (tanto por exceso como por defecto) pueden ser las responsables de haber originado una respuesta neurótica a la misma. Una educación excesivamente rigurosa así como demasiado flexible puede provocar respuestas contrarias a las mismas.
No hay edad para comenzar un psicoanálisis siempre y cuando la persona esté convencida de querer llevar a cabo ciertas modificaciones en su forma de ser o sentir. Es un técnica que no se puede imponer ni sugerir a personas que realmente no esté en posición favorable a efectuar un cambio.
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