domingo, 24 de marzo de 2019

Aprendemos a odiar antes que amar

domingo, 17 de marzo de 2019

¿POR QUÉ LOS ADULTOS TIENEN SEXUALIDAD INFANTIL?

En primer lugar, definir que la sexualidad no es el sexo. El sexo, lo genital forma parte de la sexualidad pero no es exclusivamente la sexualidad. 
El psicoanálisis define la sexualidad  como el modo de relacionarnos con el mundo, con  los otros, desde el punto de vista sentimental y afectivo. En lo laboral, personal, familiar es donde se despliega y se manifiesta nuestra sexualidad.
Cuando tenemos problemas para relacionarnos con los OTROS, decimos que tenemos problemas sexuales, es decir, emociones, sentimientos puestos en juego que nos dificultan todas nuestras relaciones. 

Entendemos por sexualidad infantil, cuando nos relacionamos (de manera inconsciente) con  las personas como nos relacionamos con nuestros modelos familiares, es decir,  padres, hermanos, tíos, primos y abuelos.
 La familia es el primer modelo de sociedad. El padre representa a los hombres, la madre a las mujeres y los hermanos a los amigos y compañeros.

Nuestros padres nos trasmiten su sexualidad, es decir, copiamos su modelo de relacionarse y nos identificamos a su personalidad, pareciéndonos a ellos. De los padres heredamos sus miedos, inseguridades, fortalezas, su manera de amar, de odiar. 
Cuando los padres no nos enseñan a querer, no sabremos querer cuando salgamos al mundo. Si solo nos enseñan a odiar, odiaremos, es decir, reproducimos la sexualidad de los padres, su ideología.

El psicoanálisis nos demuestra que la familia son los primeros objetos de amor y de deseo. Habiendo fijaciones hacia ellos que nos dificultan de adulto las relaciones con los otros.

¿CÓMO PODEMOS SABER SI TENEMOS una fijación sexual u amorosa a nuestros padres y hermanos? En cualquier dificultad emocional se puede apreciar. Por ejemplo, cuando no logramos querer a nadie o no dejamos que nos quieran, es porque nuestro amor está fijado a una o varias personas de mi familia.
Cuando tenemos dificultades en las relaciones sexuales, que no funcionan o simplemente que las rechazamos es porque inconscientemente nuestro deseo sexual puede estar fijado a personas de nuestra familia y no lo sabemos.
 Podemos decir que toda inmadurez que mostramos en cualquier área de nuestra vida, son indicadores de una sexualidad infantil que no ha logrado madurar. 
Las peleas, los celos, los sometimientos amorosos, el dolor, la violencia, la envidia, etc, son manifestaciones desplazadas de sentimientos antiguos que hemos vivido con la familia, siendo así que de adultos, los desplazamos a personas o situaciones que de manera inconsciente me recuerdan a algo familiar conocido. Si no hemos madurado, nuestra sexualidad será infantil, nuestro trabajo infantil, nuestro amores infantiles, nuestro sexo infantil. Madurar es distinguir, es apreciar la diferencia con los otros, hechos sumamente difícil porque justamente nos acercamos a los otros si hallamos rasgos conocidos familiares en ellos. De ahí lo fácil que es confundir de manera inconsciente a una persona de la calle con algo familiar conocido y tratarlo familiarmente. 

domingo, 3 de marzo de 2019

EL COMPONENTE PSICOLÓGICO DEL DINERO


El dinero, tiene un componente de futuro, de manera que si no se tiene un destino, una idea de para qué una persona quiere ganar más, difícilmente lo hará pues nuestro principio de placer nos frenará con toda su potencia a la hora de llevar a cabo un esfuerzo “anti funcional” para dicho principio si no hay algo por lo cual se lleva a cabo dicho trabajo. 
La norma general es trabajar para el principio del placer económico. La suma de dinero que nos cuesta la vida es lo que nos lleva a producirlo. Estamos hablando de un nivel medio de producción de dinero. 
Las comparativas morales también influyen en su producción. Separaciones, celos entre hermanos, hostilidad y agresividad a compartir, suma una serie de obstáculos emocionales que dictaminados por nuestro principio del placer, detienen nuestro trabajo hasta el límite que consideramos justo y adecuado. Nadie trabajar ante situaciones que uno considera injustas o morales. Mujeres y hombres que tras separarse les une sentimientos hostiles que hacen del uso del dinero un arma para agredirse. Hombres y mujeres que por no despertar celos o envidias familiares, no producen mas de lo que podrían producir, para no sentir culpa moral. 
Se puede considerar hasta “una enfermedad mental” la incapacidad para producir dinero dentro del sistema capitalista. Trastornos en la personalidad, generalmente emocionales, “secuestran” la energía psíquica al sujeto y queda debilitado para afrontar situaciones de la realidad donde se pone en juego la competencia, la inteligencia y la capacidad de trabajo a la hora de generar y producir dinero.
Así mismo, podemos ver que a parte de ciertas emociones mentales, el dinero perturba al sujeto. Le hace ser avaricioso, tirano, sádico, egoísta aún creyendo que uno no puede serlo. Vemos que el dinero corrompe y es capaz de desviar conciencias morales hacia una inmoralidad que el uso del dinero produce. 
También tenemos la versión contraria, el dinero permite construir otras realidades sociales donde la generosidad, el altruismo y la bondad acompañan al uso del dinero.
Vemos que el dinero produce satisfacciones emocionales, de amor, odio, sadismo, masoquismo, narcisismo o egoísmo, etc.. y no se puede desligar su producción y su uso de una categoría emocional. De ahí lo necesario de analizar los aspectos emocionales que la producción del dinero induce al sujeto a sentir porque de manera inconsciente, una persona, un equipo, una empresa puede detener la producción de dinero para no tener que enfrentarse a la aparición de ciertas manifestaciones emocionales que de un modo u otro, perturbarían a nuestro yo.