Una vez desarrollado en el niño el concepto de
moral- del bien y del mal- el ser humano está capacitado para vivir en
sociedad. Sin embargo, Freud descubre que los instintos amorales del niño,
nunca desaparecen, es decir, quedan reprimidos a nivel inconsciente y siguen
produciendo efectos sobre la personalidad.
NO LO OLVIDES. De
ahí que ciertos actos motivados por impulsos inconscientes –faltos de ética o
de moral– que las persona muestran de manera habitual, son la manifestación de
deseos infantiles que se hallan latentes a nivel inconsciente.
RECUERDALO. El
sentimiento de culpa es una respuesta de la conciencia moral y se corresponde
con la voz de un Juez interior, de Dios, del padre o de la madre que todos
llevamos dentro. Es la “voz de la conciencia” que llama a la reflexión cuando
ciertos deseos inconscientes aparecen en la conciencia.
Para sentir culpa, una persona tiene que haber
pensado, fantaseado o llevado a cabo un acto ilícito o alejado de la moral
social o familiar. ¿Qué pensarían tus padres o la sociedad de ti si supieran
esto?
MUY IMPORTANTE. No
hace falta llevar a cabo una acción amoral para sentirnos culpables. Con que
solo aparezcan en la conciencia, ya es suficiente para sentir culpa.
Existen multitud de casos donde una persona,
llevada por un penoso sentimiento de culpa, acababa padeciendo los efectos de
un castigo que de manera inconsciente se impone a si misma.
NO LO OLVIDES. La
culpa es un sentimiento que produce gran malestar y no deja de ser una
acusación o un señalamiento hacia nosotros mismos que algo de lo que pensamos,
deseamos o fantaseamos es contrario a la moral social o familiar establecida.
Actos, pensamientos o deseos del orden del sadismo,
masoquismo, infidelidad, deseos sexuales, egoísmo… producen culpa cuando
aparecen en la conciencia.
¿Qué persona no ha tenido el deseo de ser infiel a
su pareja? ¿Quién no ha deseado la muerte de un ser querido para poder y
obtener un beneficio de ello?
¿Quién no ha sentido el deseo de matar a alguien
para liberarse de su presencia? ¿Qué hermano no deseó alguna vez ser hijo único
por celos hacia sus otros hermanos?
¿A
cuantas personas estaríamos dispuestos a pisotear o a eliminar para adquirir un
puesto mejor social y laboral? ¿Cuántos hijos desearon la muerte de los padres
para tener más libertad?
Lo interesante es pensar que la culpa se produce
por un deseo de interés o satisfacción personal aunque suponga un perjuicio
para otros. Pero nuestro Juez será el encargado de juzgarnos en virtud de la
amoralidad del deseo fantaseado o realizado.
MUY IMPORTANTE. Cuanta mayor es
la culpa, mayor será la respuesta moral de nuestro Juez interior.
Sin embargo, la culpa es inconsciente, es decir, no
todo el mundo llega a darse cuenta que está padeciendo las consecuencias de la
culpa.
La culpa es un sentimiento penoso e insoportable
para la con- ciencia. Si lo trasladamos a la religicón, cuando una persona
siente culpa, se confiesa y acepta la penitencia que se le impone para aminorar
la culpa.
Los niños pequeños, cuando hacen algo malo y
sienten culpa, no paran de incordiar hasta que reciben un castigo y lejos de
sentirse mal, podemos observar que el castigo les calma.
La moral de cada persona es diferente hasta el
punto que lo que a una persona le da culpa, a otra le da risa, todo depende del
ambiente familiar y social donde nos hayan educado y de ciertas constelaciones
psicológicas inconscientes.
MUY IMPORTANTE. Cuanto mas
moralista haya sido nuestra educación, más rígido será nuestro Juez interior.
Frases como “nunca me puede ir bien”, “una persona
como yo no puede ser feliz“, “no me merezco la felicidad”, “me esta bien
empleado lo que me sucede por ser mala persona” “no me siento bien aunque me
pasen cosas buenas” “a mi no me puede pasar nada bueno” “me ha tocado ser
infeliz” “si este es mi destino, qué le voy a hacer”, etc...
Todas y cada una de estas frases indican la
existencia de un sentimiento de culpa inconsciente.
Lo peligroso de la culpa es que llega a tiranizar
la vida de las personas, de manera que se puede vivir sufriendo y padeciendo
solo para calmar la culpa inconsciente que sentimos.
MUY IMPORTANTE. Muchos de las
circunstancias penosas que nos rodean en nuestra vida han sido construidas para
calmar la culpa.
NO LO OLVIDES. Una persona bajo el sentimiento de culpa suele
tener una vida sin placeres en aquella parte de su vida donde reine la culpa (continuará)
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