Se podrá acusar al psicoanálisis de pansexual - todo relacionado con la sexualidad- si aceptamos que la sexualidad es la posibilidad humana de acceder a los otros. La genitalidad, dentro de la sexualidad aporta una experiencia vital que tiene que ver con la reproducción y con el goce. El goce sexual es del orden de la satisfacción del deseo. El deseo, se origina en la infancia y tiene un marcado carácter infantil que le hace al hombre y a la mujer buscar la satisfacción del mismo o tener que renunciar a el. La privación de los deseos sexuales, son causa de alteraciones psicológicas. De hecho, todos los trastornos mentales.- depresion, angustia, ansiedad, fobias, toc, etc...- tienen un origen con la privación de los deseos sexuales, porque los deseos, son muy particulares y privados, siendo así que no hay dos personas que gocen de la misma manera ni con el mismo deseo. La privación siempre es de un deseo interno y la frustración la proporciona algo externo. Cuando la privación se suma a la frustración es muy probable que apareza el síntoma. La moral actual sigue siendo represora y sigue censurando la sexualidad. No se trata de coitar con cualquiera ni de cualquier manera, porque aunque los deseos sexuales son muy maleables, no siempre se toleran. El psicoanálisis es una técnica curativa impresionante, porque reconcilia al sujeto con sus deseos y le ayuda a pensar una forma no perjudicial de satisfacción. Son las fantasías de perdida de control, de goce sobredimensionado lo que asusta a las personas. La mujer puede llegar a tener miedo de sus orgasmos y el hombre aterrorizarse cuando ve gozar a una mujer. Ambos son síntomas de lo mismo: intolerancia a la existencia de la sexualidad. Se podrán negar estar palabras, se podrán censurar pero lo que es una verdad es que la privación y frustración sexual provocan enfermedad.
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