Puede sonar llamativo, sin embargo, las emociones, los sentimientos tienen la mayoría de las veces un sentido, una dirección, un objetivo. Todo lo que acontece en el aparato psíquico es producto de algo y por algo y el miedo, es una de las emociones humanas que nos acompaña durante toda nuestra existencia.
Si tuviéramos que clasificar el miedo, lo pondríamos dentro de dos categorías. Una de ellas, es el miedo real, es decir, ante una situación de riesgo, ante un peligro, sentimos miedo real, temor a perder la vida. Y la otra categoría es el miedo “neurótico”, es decir, no hay peligro real, nada que ponga en riesgo nuestra vida y sin embargo sentimos miedo.
Vamos a centrarnos en este tipo de miedo. Prácticamente la totalidad de los miedos son neuróticos. ¿Y qué quiere decir miedo neurótico? Es un miedo producto efecto de una reacción a una situación fantaseada o imaginada. Por ejemplo, un familiar querido se enferma y la persona comienza a fantasear que va a tener algo malo, se va a morir y comienza a sentir miedo. O ante un viaje, uno piensa que va a ocurrir un accidente y empieza a sentir miedo.
Como podemos observar, la gran mayoría de las fantasías que tiene el ser humano con respecto a las cosas, es de carácter negativo. ¿Llamativo verdad? Que el ser humano tenga mas facilidad para fantasear con lo malo que con lo bueno. Esto tiene una explicación psicológica, de la cual hablaremos en concreto en otro artículo. Lo interesante es darse cuenta que el miedo neurótico es una reacción emocional ante algo que no ha sucedido pero la persona piensa ¿y si sucede? Este “y si” tan frecuente en los seres humanos es lo que dictamina la producción de la reacción emocional del miedo. Por lo tanto es un miedo imaginario ante algo que no existe pero ¿“y si sucede”? Luego cuando las situaciones finalizan el miedo desaparece pero hemos vivido bajo el fantasma del miedo, de vivir algo como real cuando era más una fantasía que un hecho real.
El imaginario o la capacidad de imaginar es una cualidad humana con la que debemos lidiar, pues fantasear es algo que nos sucede inconscientemente sin que nos demos cuenta. Ante cualquier hecho que no comprendemos, que nos sucede, que no tenemos respuesta, la tendencia humana es a respondernos a nosotros mismos a través de la fantasía. Es decir, ante algo que no sabemos como va a evolucionar, nos imaginamos una respuesta. No siempre la respuesta es positiva, pues muchas personas tienen un carácter negativo, pesimista, depresivo que es lo que les hace fantasear de manera negativa. Por lo tanto, todo miedo irreal, neurótico, tiene que ver con la naturaleza depresiva o negativa de la persona. Merece la pena reflexionarlo.