domingo, 27 de diciembre de 2015

DESARROLLO PERSONAL CON PSICOANALISIS AUTOESTIMA Y CONFIANZA

Un adulto es mas complicado que un niño pero en el fondo, el registro de la satisfacción es el mismo.

Si algo percibe el psicoanálisis, es la relación problemática que la persona tiene consigo misma.
Y de esta relación, del modo en que nos relacionamos con nosotros mismos, podemos encontrar el sentido de todos nuestros síntomas, tanto en el amor, en la familia, como en la empresa.

El rechazo así mismo, en este sentido es lo que le plantea al sujeto un problema.

IMPORTANTE.  Lo que nos cuesta asumir es que lo que nos pasa está producido por nuestros modos de relacionarnos.

¿Y porqué?

Rechazamos lo que no queremos saber de nosotros mismos. Que hay un otro de mi con quien hablo, discuto, me peleo, me obliga a hacer cosas que no quiero, me hace dudar, me hace amar, me hace triunfar, me hace fracasar, me hace vivir, enfermar y hasta morir.  Porque por todos es sabido las tendencias destructivas que hemos experimentado en nuestro ser.

De dónde viene esa fuerza contradictoria que unos días nos hace sentirnos grandes y a otro día minúsculos.?
Me levanto alegre y un rato después siento una tristeza y apatía  y esto ya  me desequilibra el día.

Por que nos invaden recuerdos de antaño, imágenes dolorosas o felices que nos embargan en una extraña melancolía.

El estado anímico es el resultado de un pacto entre nuestra conciencia y la parte inconsciente de la personalidad.

Todo aquello que nos viene a la conciencia, diremos que es inconsciente, porque de algún lugar tiene que venir las palabras, los sentimientos, los afectos, los recuerdos.

Ya nos decía Freud en  Psicología de los Procesos Oníricos que la conciencia es un órgano doblemente perceptual. Percibe estímulos del exterior y también del interior.
Tanto es así que frente al exterior podemos huir pero podemos escapar de nuestras percepciones internas.?

No existe huida de uno mismo. Cuanto mas huyes de ti, con mas fuerza te persigues.
Nuestro Yo goza de un equilibrio. Cuando algo tiende a desequilibrarlo, el Yo busca su equilibrio.

Frente a lo que percibo del exterior, se producen en nostros respuestas internas. Y entre lo interno y pasar a la acción, hay un mecanismo de censura que modaliza, regula, transforma nuestros sentimientos, afectos y deseos para hacerlos “inofensivos”.

La tendencia de “nuestro aparato psíquico” es mantenerse en un nivel tal de energía que no provoque displacer alguno. Tanto es así que cuando algo lo perturba, busca aminorar esa tensión para volver a un estado de placer o de tranquilidad.

Placer harto contradictorio porque si la tendencia de nuestra psiquis es a la quietud, si algo no lo inquietara, no habría progresos en nuestra vida personal.

Esta es la causa por la cual, todo aquello que nos provoca malestar, desde el psicoanálisis puede convertirse en energía para progresar, siempre y cuando tengamos el instrumento adecuado para lograrlo.

¿ De qué instrumento estamos hablando entonces? Hablamos del instrumento psicoanalítico, un método para conocer e interpretar el sentido no solo de las acciones humanas ajenas, sino de las propias.

Método que nos permite al conocer el sentido de actuación de lo psíquico, permite su transformación.
Solo conociendo el sentido de las acciones humanas, puedo intervenir sobre las mismas.

Nuestro método consiste en de-construir para construir. Los problemas son una construcción. Lo que empieza por un enfado acaba en fuerte discusión. Días después la agresividad reprimida nos lleva a actuar, atentar contra la vida del otro, contra mi vida. Se ha construido algo. Para cambiarlo, habrá que de-construir y luego construir a través de otras frases, otros sentimientos.


Para ello, tengo que manejar, y entender el lenguaje inconsciente que aparece en la conciencia y que se manifiesta mediante errores, lapsus, equivocaciones, agresividad, celos, envidia, tristeza, amor, odio, deseo.

Nueve de cada diez problemas entre las personas son producidas por los celos o la envidia. Cada vez que nos sentimos menos para los otros, entramos en el campo de los celos o de la envidia, que son una de las causas de la producción de agresividad.





ME PERTURBAN MIS DESEOS

ME PERTUBAN MIS DESEOS.


Definición de neurosis: Mecanismo mental cuya consecuencia es la de apartar a la persona de la vida real, extrañándole de la realidad. El neurótico se aparta de la realidad o de un fragmento de la misma-porque se le hace intolerable-.

Se nos plantea investigar la trayectoria del neurótico y de los hombres en general con la realidad y tratar de entender cual es la significación psicológica del mundo real exterior.
Cuando estudiamos la parte inconsciente de la personalidad, encontramos procesos primarios,  residuos que pertenecen a una fase evolutiva del niño, donde en el principio eran únicos y ahora quedan “como restos”. Hablamos de la existencia de deseos infantiles que su tendencia es a la satisfacción pero la represión, la censura hace que nos retraigamos de ellos mediante la producción de displacer o malestar. Dice Freud que el malestar es un placer que no puede ser sentido como tal.

Lo que perturba a la conciencia se debe a la aparición de exigencias- deseos imperiosos- de necesidades internas. Lo pensado (lo deseado) queda representado como fantasía o alucinación porque la persona debe renunciar a satisfacerla porque el mundo real se lo impide. Digamos que la realidad impone a la persona una restricción de sus deseos inconscientes. Dejándole en todo caso que pueda satisfacerlo en calidad de alucinación o fantasía.
¿qué hace nuestra parte inconsciente? Tantea la realidad, busca una realidad e incluso la construye para dar satisfacción en lo posible a los deseos inconscientes. De ahí que las personas sólo puedan con “fragmentos de la realidad” escenario para poder dar salida o representar sus deseos inconscientes.
Dependiendo de la tenacidad de los mismos, la dificultad de renunciar a ellos constituye una tendencia general de nuestro aparato anímico, tendencia que podríamos atribuir al principio económico del ahorro de energía.
El agotamiento mental que muchas personas padecen, es debido a un constante esfuerzo por reprimir la emergencia de los deseos inconscientes, deseos que la realidad censuraría. De esta manera, se constituye en la mente, la actividad de fantasear, algo  que ya se inició en la infancia para luego pasar a las fantasías diurnas, donde la persona encuentra un placer en fantasear lo que desde lo social le está prohibido realizar.
Los instintos sexuales y la carga moral que conllevan, son los que mas tiene que ser reprimidos pero su represión no les quita su fuerza de expresión, al contrario, la represión produce que la presión de los mismos aumente y trate de buscar salidas para su manifestación. La censura le impone condiciones, en el sentido que sólo mediante una transformación puede acceder a la conciencia. La censura deja al sujeto fantasear, porque es más fácil encontrar la satisfacción en la fantasía que en la realidad donde la dificultad de satisfacción a veces no da lugar. La censura también actúa sobre los deseos inconscientes y mediante el mecanismo de la sublimación, los deseos inconscientes se desplazan a otras actividades, como son las educativas, culturales, deportivas…
La represión se mantiene omnipotente en el terrero de la fantasía y consigue inhibir las que pudieran ser advertidas por la conciencia y provocar displacer o malestar. Todo depende de la conciencia moral que la persona tenga. Cuanto mayor represión moral, más difícil la expresión de ciertos deseos en calidad de fantasías.
La disposición a los problemas mentales o a la neurosis se produce porque hubo un retraso en la persona en educar sus instintos sexuales con respecto a la realidad y por las condiciones (familiares, educativas ) que permitieron dicho retraso. De ahí que negar la existencia de deseos sexuales en la infancia hace que relajemos las labores educativas sobre el niño, siendo así que la negación de los deseos sexuales inconscientes hacen que la emergencia de los mismos se produzca por falta de una rigurosidad educativa con respecto al instinto sexual del niño.
Entre el deseo por satisfacerlo y la imposición de la realidad para impedirlo, hay un límite de espera donde se posterga el deseo, renunciando al placer inmediato y buscando nuevos caminos para su satisfacción.
Educar/educarnos sería vencer al principio del placer, que es la tendencia humana a la satisfacción de los deseos inconscientes. El principio de realidad,  impone una restricción, una censura, un rechazo, una culpa al sujeto por sus deseos inconscientes y de este modo, los fortalece contra los mismos. Cuando falla el mecanismo de censura debido a una educación deficiente, se produce una dificultad a la hora de renunciar a los mismos y esta lucha entre querer satisfacerlos y tener que reprimirlos será la causa que llevará a enfermar a una persona.


domingo, 1 de noviembre de 2015

QUÉ SUCEDE CUANDO SOLO ESCUCHAMOS LA VOZ DE LA MADRE.

Es la primera voz que oímos. Las primeras palabras, la ideología vienen de la voz de la madre. A través de ella el ser humano aprende a hablar, a escuchar, a andar, a comer. ¿Hay acaso voz más importante para un niño que la voz de la madre? Esa voz constituye al niño primordialmente hasta que otras voces entran entre el niño y la madre. Voz del padre y del mundo para que el niño tenga en su mente algo más que la voz de la madre. Ella ejerce un poder sobre el niño, que ella sabe. Si no deja que otras voces entren, el niño sólo escuchará su voz. Voces del exterior que no son la voz interna de ella. Voces necesarias para el enriquecimiento del niño para no agotarse en las mismas frases, las mismas palabras durante toda su vida, para que su inteligencia sea algo más que la voz materna. El adolescente, el hombre joven y el hombre maduro, compara toda frase o pensamiento externo con la voz inconsciente de la madre. Hay siempre una comparación entre lo nuevo con lo escuchado o conocido de ella. Y dependiendo cómo halla sido la incorporación de la voz del padre ( sería lo mismo decir cualquier voz que venga del mundo ) escucharemos al mundo, creceremos. Dejaremos que otros pensamientos enriquezcan nuestro psiquismo. Hemos estudiado que toda dificultad al crecimiento del adulto o toda detención en el aprendizaje del niño tiene que ver con no poder incorporar, incluir, sumar otras voces y ello es debido a un sometimiento a una única voz: la materna. Aquello que rechazamos, que no podemos incluir como diferente a nuestra manera de pensar, debe pensarse desde el sometimiento a una sola voz interna.Cuando el ser humano tiene inseguridad, falta de autoestima, incapacidad para afrontar nuevas tareas, problemas en la comunicación con la pareja o el mundo, es porque no puede incluir otras voces. No puede dejar de oír la voz interna de una madre que firmó con la supuesta verdad de su palabra, la sentencia de muerte de su hijo. MIGUEL MARTINEZ

domingo, 18 de octubre de 2015

¿QUÉ ES UN PADRE? ( 3ª parte)


El respeto y el temor al padre  posicionan  al niño y a la niña frente a  la función de la virilidad. Una posición paterna  excesivamente permisiva o pasiva puede impulsar a que los hijos  inclinen sus preferencias sexuales hacia una elección de objeto homosexual.
Las mujeres casadas en segundas nupcias con hijos de una primera relación pueden tener,  a veces,  problemas para tolerar las intervenciones de su nueva pareja sobre ellos. El padre, independientemente de que sea o no sea el padre biológico,  es mas  una función que una figura física. Por tanto, da igual quien la ocupe siempre y cuando esté bien llevada a cabo. De hecho,  muchos niños consideran a   su segundo padre  mejor que al primero, lo que tiene que ver con la credibilidad que la madre le otorgue en su  nuevo cometido. Si ella lo  acepta y lo asume  como tal , el niño también lo aceptará.
Las funciones que el  padre ejerce   tienen que ver con la introducción de la Ley y con el  amor a lo social.  Su tardía aparición lleva al niño a darse  cuenta de  que el amor de la madre, en realidad, es el padre  y que él procede de la unión de ambos.   El amor, tanto materno como paterno,  tiene como significado la generosidad y representa  para el  hijo un DON DE AMOR.
Un padre ama a su hijo de manera incondicional,  sin pedirle nada a cambio y sólo quiere para él  que  se desarrolle como ser humano.  Por eso,  lo único que se puede hacer por el padre es amarlo.
En algunas circunstancias, puede ocurrir que  encontremos  mujeres  que  les impidan situarse adecuadamente en su función de padre.  Es el caso de las llamadas MADRES OPACAS que se interponen  para no dejar  pasar a través de ellas, la palabra del padre al niño.  Son madres auténticamente neuróticas que solo viven para sus hijos sin importarles para  nada el resto del mundo. Nunca  dejan intervenir al padre  en  las actividades  educativas y si  lo hacen, se toman el cuidado  de anular, despreciar  o desprestigiar sus opiniones  ante el hijo y  la sociedad.
En contraposición, la variante sana serían  las llamadas MADRES TRANSPARENTES,  mujeres que valoran y respetan  la figura paterna y permiten el  necesario pase  de la Ley del Padre.
Cuando en el niño no se ha instalado adecuadamente la función paterna, debido a una posición desvalorizada del  padre   o a la intervención de  una madre opaca, aparecerán   importantes trastornos psíquicos durante  su desarrollo emocional e intelectual que afectarán gravemente a su futuro.

Que la función del padre no exista , equivale  a decir: “ Si Dios no existe,  entonces todo está permitido “. ( Los Hermanos Karamázov. F. Dostoievski. )  

domingo, 20 de septiembre de 2015

¿QUÉ ES UN PADRE (2)


No debemos confundir al  padre simbólico - lo que el niño cree que es un padre -  con  el padre real - el hombre  con el que convive él y  su madre .
Su modo de intervenir   debe ser  mediante  la palabra,  única forma  efectiva de educar y de prohibir.
El fundamento sobre el que se asienta el  respeto al padre está muy cercano a  la  noción  del temor a Dios. Temer  al padre no es lo mismo que tenerle terror. El miedo – a perder su amor -  es necesario para que,   en el niño se establezca el respeto a las normas y al orden   para que esto suceda,  el padre  también debe estar sujeto a la  Ley .
El padre debe ser tolerante pero no permisivo con las transgresiones infantiles. Debe ser justo y  señalar el límite  entre lo que está bien y lo que está mal. Cuando el padre marca  o actúa ante un comportamiento no pertinente  del niño,  LA MADRE NO DEBE INTERVENIR BAJO NINGUN CONCEPTO. Siempre es  preferible  que le muestre  algo de miedo - aunque pueda parecer un poco  excesivo- que una falta de respeto y credibilidad  ante una prohibición efectiva.
Algunas madres discuten  continuamente lo que es o no es justo  con respecto al modo en que el padre lleva adelante la educación de  sus  hijos. Eso va a depender  del concepto de padre que,  como hija,  haya construido la propia madre.  Si piensa que fue injustamente corregida por él,   podemos asegurar - salvo que  encuentre  un hombre  con el concepto de padre como  portador de la Ley muy bien instalado  – que  no aceptará ninguna intervención  en materia educativa sin cuestionarla por parte del padre de su hijo.
En cambio, si  tuvo un padre muy permisivo, lo más probable es que tienda a no tomar en consideración las enseñanzas que el padre intente impartir en dicho  proceso.
 Lejos de lo que habitualmente se cree, no es contraproducente  para el niño sentir cierto temor  al padre pues  eso será la base del futuro respeto a la sociedad y a sus miembros.
 El respeto al padre es el fundamento sobre el cual se va a desarrollar el sentimiento de la propia  seguridad  personal.
Al contrario de lo que muchos  piensan, debemos señalar que el temor al  padre no es  causa de ningún trauma infantil ni  produce inseguridad alguna. Mas bien, las  inseguridades  se generan  cuando todo le está permitido al niño.  
La experiencia nos enseña que cuando la familia  permite o da por bueno cualquier comportamiento de uno de sus integrantes, esta falsa  seguridad  creada dentro del hogar  va a chocar, tarde o temprano,  con lo que se espera de él cuando  sale al mundo exterior. La realidad termina por  poner las cosas en su sitio, porque muestra que NO TODO  está permitido y que las normas sociales existen para el buen funcionamiento del mundo.
Por regla general,  los niños muy caprichosos o excesivamente  consentidos durante la infancia  son los que mas sufren a la hora de  la adolescencia y en la vida adulta. Son niños educados  por  padres que no les han impuesto un  límite. Han recibido  - material y afectivamente – en demasía y les han sido permitidas todas sus actitudes y conductas. Al  crecer y verse  obligados a salir de este ámbito, el choque es brutal cuando  comprenden que el mundo NO ES TAN GENEROSO como su familia y que en la vida real, conseguir las cosas necesarias  y  el respeto de las personas, requiere un trabajo continuo, algo a lo que no estaban acostumbrados  dentro de su entorno.  Por todo lo cual, su  nivel de frustración y de infelicidad se acentuará con el paso de los años.

Al revés  de lo que pensamos: si al niño se le enseña a aprender  a tolerar las frustraciones materiales y afectivas que se generan en   todo proceso educativo, se hará mas  precavido y respetuoso cuando crezca y tenga que  enfrentarse a las diversas situaciones que la propia vida le vaya deparando. (CONTINUARÁ)