domingo, 29 de junio de 2014

¿SABES PARA QUÉ SIRVE LA ENERGÍA SEXUAL?

Si hablamos de empresa, hablamos de grupos de personas, pactos, objetivos, fines, beneficios. ¿Nos hemos hecho alguna vez la pregunta qué energía conexiona a todas las personas para la obtención de un fin común.? Así mismo ¿nos hemos preguntado qué mecanismo mentales se ponen en funcionamiento para lograr que algo no funcione o simplemente se rompa?
Estamos hablando de la libido que es la energía sexual que todas las personas tienen en su interior y es el motor que activa el deseo para realizar las cosas así como para atentar contra ellas.
Los cursos de formación empresarial que actualmente se implantan, los coaching emocionales, la gestión del valor, etc…. son palabras vacías de contenidos porque nadie se atreve a hablar de la SEXUALIDAD DE LA EMPRESA, de la sexualidad de los directivos, los políticos, los grupos de trabajo etc… Y es esta sexualidad la que hace producir los éxitos empresariales, los fracasos, los matrimonios, las decisiones políticas hasta las crisis de un país.
Cuando hablamos de sexualidad dejamos claro desde el psicoanálisis que entendemos por sexual el contacto, el modo de relacionarse con los otros. Y todos sabemos que frente al otro, se despiertan deseos, emociones de todo tipo. La mayoría de dichos afectos, sentimientos o deseos son inconscientes y la persona no lo percibe porque está en juego su sexualidad infantil. Siendo así que sin un método verdaderamente efectivo que pueda analizar dichos procesos inconscientes las personas no toman conciencia de su sexualidad infantil. ¿y qué entendemos por sexualidad infantil? Entendemos como todo aquello que interrumpe el progreso humano, las relaciones, los proyectos, la economía, etc…
Si queremos actualizarnos vamos a abrir los ojos y los oídos a lo verdaderamente efectivo que es trabajar con la sexualidad humana dentro de las empresas. Las experiencias llevadas a cabo con empresas dentro del ramo del textil, banca, jurídico, construcción, farmaceútica, etc… muestra cómo el psicoanálisis de empresa viene a ser el método e instrumento más cercano a la sexualidad de las personas. ¿por qué no podemos pensar en sexualidad empresarial, de pareja, de los directivos, de los grupos de trabajo? Si realmente todo son interacciones entre personas deberíamos saber que las personas según se atraigan o se rechacen fomentan la productividad o su contrario. Quiero decir que hasta la Segunda Guerra Mundial, el psicoanálisis dio un cambios en lugares de la cultura, la ciencia, lo empresarial y que después quedó silenciado hasta nuestros días y hoy nadie sabe ni quiere saber de la sexualidad humana, cuando lo sexual es la causa del 100 por 100 de los trastorno humanos, tanto culturales como personales.

Por lo tanto hay que volver al psicoanálisis, a entender que lo humano es sexual y la negación de la propia sexualidad así como de la sexualidad ajena es causa de problemas sociales y personales.

domingo, 22 de junio de 2014

Los problemas mentales son un disfraz.

El proceso de enfermarse podría definirse como una redistribución de la energía psíquica de la persona. Un problema, un trastorno mental, enfermarse es una construcción  de la propia mente, lo cual quiere decir que sucede en un tiempo y a la vez coexisten factores en la conciencia que frente a lo que la persona no logra entender de sí mismo, provoca una reacción defensiva frente a lo ignorado por él. Digamos que la enfermedad es una salida o una forma de nuestra conciencia de hacerse cargo de pensamientos o afectos inconscientes que molestan o perturban a la conciencia. Así mismo, hay que darse cuenta que cualquier trastorno mental o problemática incierta, acapara la atención de la persona, desviando la atención de circunstancias que anteriormente eran de su interés. Digamos que la energía que la persona tenía anteriormente a la construcción de su trastorno, ahora la tiene puesta en gran medida en dicho trastorno.
Es llamativo esta distribución del interés de la persona hacia su situación personal. El paciente justifica que toda su atención recae sobre su dolencia porque es lo que más le quita la energía y esto no es cierto del todo porque un trastorno es una salida a algo que está produciendo dicho malestar significativo.
Para entenderlo, digamos que lo que la persona cuenta que le pasa sería el equivalente a cuando contamos un sueño. Relatamos lo que nos sucede sin entender las causas por que cuales nos sucede. Relatamos un sueño sin saber las causas productoras del mismo.
El Método psicoanalítico permite descifrar el “MISTERIO DEL TRASTORNO O PROBLEMA MENTAL” porque tras el relato del paciente, tras el relato de “su enfermedad” se halla disfrazada la causa que verdaderamente ha provocado dicho malestar o problemática.
Nunca coincide lo que el paciente dice que le pasa con lo que realmente le pasa. De aquí que la psiquiatría o la psicología se pierdan en el campo de estudio de la mente. Porque creer que lo que el paciente cuenta tiene que ver con lo que le pasa realmente es una ingenuidad terapéutica. El psicoanálisis trabaja sobre el síntoma del paciente y descubre tras su análisis que lo que el paciente alude poco tiene que ver con lo que realmente le preocupa.

Esta grandeza terapéutica solo la proporciona el método psicoanalítico, pues es capaz de hallar la fórmula del disfraz que el paciente de un modo casi inconsciente ha producido y que ahora acapara toda su atención y gran parte de su energía para no distinguir la realidad de su problema de lo que aparentemente representa.

jueves, 12 de junio de 2014

El poder de sanar o curar la mente

Me hice médico para aliviar el dolor en las personas. Recién comencé mi carrera, los mecanismos de ciertas enfermedades no dejaban de sorprenderme y sobre todo cómo ciertos estados de ánimo inclinaban la balanza hacia la curación o hacia la muerte.

Esto me llevó a querer ser psiquiatra. Sin embargo la experiencia Hospitalaria como alumno interno del Departamento de Psiquiatría del Hospital donde estudiaba me decepcionó mucho porque yo, que por entonces ya tenía estudios de psicoanálisis- observaba que los pacientes querían hablar, querían que se les escuchara y una frase, unas palabras tenían tanto o más efecto terapeútico que una medicación. Superada esta decepción decidí profundizar en mis estudios psicoanalíticos porque veía la eficacia de la palabra y de comprobar que muchas enfermedades orgánicas mejoraban con psicoanálisis y cómo ciertos estados del ánimo podían que llevar a enfermar a las personas se curaban. Con el tiempo puedo decir que tengo el máximo grado de especialización en el conocimiento de la mente humana y también tengo una experiencia de la vida. Mañana día 13 de junio cumplo 48 años. Y me considero un especialista afortunado por haberme dejado transformar por el psicoanálisis. Yo también sufrí de neurosis porque no entendía mis procesos mentales. Hoy día puedo decir el psicoanálisis da un poder de curación que sorprende. Produce verdades, a veces dolorosas pero más doloroso es vivir en la ignorancia y no darse cuenta que la enfermedad y los problemas mentales se utilizan para no aceptar otras cosas. Si duele, es que es verdad. Y bajo este lema puedo decir que deberían haber miles de personas pidiendo hora a los pocos psicoanalistas que verdaderamente sabemos de esta profesión. Y sin embargo, vemos diariamente cómo las personas vienen a consultarnos y cuando ven indicios de la verdad de las cosas abandonan la terapia y eligen la miseria de su enfermedad. Y otras, que se enfrentan y deciden transformar su neurosis o su enfermedad por una vida plena de alegrías. Vivir se puede vivir de cualquier manera. Pero hay vidas y vidas. Y yo me puedo vanagloriar del poder de curación que sobre mis pacientes me ha dado el psicoanálisis pero también es cierto que no todo el mundo se quiere curar y esto con los años, también lo he aprendido y terminado por aceptar.