domingo, 10 de febrero de 2013

TEST PARA SABER SI ESTÁS DEPRIMIDO


Contesta con sinceridad a las siguientes preguntas para saber si estas deprimido

1.            ¿Tienes un estado de ánimo profundamente doloroso?
2.            ¿Ha cesado tu interés por cosas del mundo exterior?
3.            ¿Sientes que has perdido la capacidad de amar?
4.            ¿Te notas con menos capacidad para hacer tus cosas?
5.            ¿Sientes que ha disminuido tu amor propio?
6.            ¿Te haces reproches de manera continua?
7.            ¿Te haces acusaciones que antes no te hacías?
8.            ¿Sientes que te mereces un castigo?
9.            ¿Te sientes vacío?
10.                ¿Has perdido a un ser querido?
11.                ¿Te han abandonado?
12.                ¿Te sientes empobrecido?
13.                ¿El mundo te parece empobrecido y desierto?
14.                ¿Te sientes indigno?
15.                ¿Te diriges amargos reproches?
16.                ¿Te insultas?
17.                ¿Te consideras a veces un ser despreciable?
18.                ¿Te humillas ante las personas?
19.                ¿Te autocriticas con severidad?
20.                ¿Te sientes egoísta?
21.                ¿Te sientes insignificante?
22.                ¿Tienes remordimientos?
23.                ¿Te sientes mala persona?
24.                ¿Piensas que no te mereces nada bueno?
25.                ¿Te sientes un inútil?
26.                ¿Piensas que te mereces la soledad?
27.                ¿Piensas con frecuencia que no merece la pena vivir?
28.                ¿Te sientes triste con frecuencia?
29.                ¿Lloras fácilmente con cosas que antes no llorabas?
30.                ¿Comes más de lo habitual?
31.                ¿Has perdido el apetito?
32.                ¿Te falta energía?
33.                ¿Te cuesta pensar, concentrarte?
34.                ¿Tienes pensamientos recurrentes de morirte?
35.                ¿Piensas en suicidarte?
36.                ¿Tu vida se está deteriorando por dejadez?
37.                ¿Te sientes como en un pozo?
38.                ¿Te has vuelto “pasota”?
39.                ¿Te duele partes del cuerpo que antes no te dolían?
40.                ¿Has perdido las ganas de sonreír o sonríes menos?
41.                ¿La gente cercana han notado tu tristeza?
42.                ¿Has perdido el apetito sexual?
43.                ¿Estás irritable mas de lo normal?
44.                ¿Has dejado o te interesan menos tus hobbies?
45.                ¿Ya no disfrutas con tus cosas?
46.                ¿Te has aislado de los amigos?
47.                ¿Tienes alteraciones del sueño?
48.                ¿Te sientes mas lento a la hora de hablar, moverte?
49.                ¿Sientes más miedo de lo habitual?
50.                ¿Sientes que alguien te ha echado un mal de ojo?



RESPUESTAS.

Suma todas las respuestas donde hayas contestado “SI”.

De 0 a 20. Tienes tristeza. La tristeza es un estado de ánimo que guarda relación con aspectos de la vida real y de tu vida inconsciente. Si perdura más de una semana, acude a un psicoanalista.

De 20 a 30. Ya tienes un estado de ánimo deprimido. Bien sea por una pérdida o por un abandono, algo en ti comienza a no funcionar correctamente. Debes acudir a un psicoanalista sin falta. Si rechazas la idea, aún habiendo sacado la anterior puntuación, ten mucho cuidado. El estado de ánimo deprimido comienza a poder contigo.

De 30 a 40. Estás deprimido. Poderosas fuerzas inconscientes han atrapado a tu yo y estás comenzando a ser víctima de una depresión. Todavía estás a tiempo de superarlo. Llama hoy a un psicoanalista. Si aún puntuando con la anterior puntuación no crees que necesitas un psicoanalista, es porque ya no eres ni consciente de lo que te pasa.

De 40 a 50. Llama con urgencia ahora mismo a un psicoanalista. La depresión, tiene cura. Es muy probable que aún estando mal, lo niegues. Desconfía completamente de ti desde ya mismo. La depresión ya vive en ti y ha colonizado e invadido  tu yo y ha tocado tu realidad. Todavía tienes solución. Mejor psicoanalizarse que morirse o vivir muerto en vida aunque te sientas la peor persona del mundo.