domingo, 26 de diciembre de 2010

REPRESION SEXUAL Y ENFERMEDAD MENTAL

Hay una corriente biológicista investigadora que busca el origen de los trastornos mentales en causas genéticas. Si bien algunos trastornos mejoran con el uso de medicación, no producen curación. La enfermedad mental tarda un tiempo en desarrollarse y justo en ese tiempo es dónde la psiquis del sujeto puede llegar a modificar hasta la fisiología celular. La importancia de la medicina psicosomática hoy día constata que cada vez son más las enfermedades corporales que son producidas por trastornos afectivos. Una depresión del estado de ánimo, es capaz de producir inmunosupresión celular. Una persona inmuno deprimida puede desarrollar algún tipo de cáncer ya que el sistema inmune queda reducido en su capacidad de eliminar las células anormales con capacidad oncogénica que a diario se producen. Si el estres es capaz de producir un infarto, si una depresión puede inducir un cáncer, si la agresividad puede desarrollar hipertensión arterial, no podemos cerrar los ojos ante el origen de las enfermedades mentales y su origen en el conflicto afectivo que el psicoanálisis viene descubriendo desde hace mas de cien años. Absolutamente todos los trastornos mentales tienen un origen en un conflicto moral. Dicho conflicto moral consiste en una lucha entre lo que el sujeto desea y lo que la sociedad o la familia le reprime o censura. Cuando hablamos de conflicto moral, no podemos dejar a un lado la sexualidad. La sexualidad reprimida produce mas síntomas psíquicos y orgánicos que las radiaciones solares, por poner un ejemplo. Cuando llegan los pacientes a terapia, el psicoanálisis descubre que el origen de sus dolencias son una lucha entre el yo y la parte inconsciente de la personalidad, que es donde se encuentran las pulsiones sexuales y los deseos. Todo hombre y toda mujer le gustaría gozar más allá de lo que le permite su moral y en ese decir que no a sus propios deseos, se origina un conflicto de ambivalencia entre lo que se desea y lo que es permisivo que acaba produciendo la enfermedad mental. De hecho, todo trastorno mental es una solución que produce una invalidez en la vida del individuo enfermo. Tal es así que la enfermedad mental desvía la energía sexual hacia el mantenimiento del síntoma, de ahí que el enfermo mental acaba encontrando una calma a sus pulsiones sexuales, aunque para ello tenga que decir que no a su propia vida. ( CONTINUARA )

domingo, 12 de diciembre de 2010

PRIVACION Y FRUSTRACION SEXUAL

Se podrá acusar al psicoanálisis de pansexual - todo relacionado con la sexualidad- si aceptamos que la sexualidad es la posibilidad humana de acceder a los otros. La genitalidad, dentro de la sexualidad aporta una experiencia vital que tiene que ver con la reproducción y con el goce. El goce sexual es del orden de la satisfacción del deseo. El deseo, se origina en la infancia y tiene un marcado carácter infantil que le hace al hombre y a la mujer buscar la satisfacción del mismo o tener que renunciar a el. La privación de los deseos sexuales, son causa de alteraciones psicológicas. De hecho, todos los trastornos mentales.- depresion, angustia, ansiedad, fobias, toc, etc...- tienen un origen con la privación de los deseos sexuales, porque los deseos, son muy particulares y privados, siendo así que no hay dos personas que gocen de la misma manera ni con el mismo deseo. La privación siempre es de un deseo interno y la frustración la proporciona algo externo. Cuando la privación se suma a la frustración es muy probable que apareza el síntoma. La moral actual sigue siendo represora y sigue censurando la sexualidad. No se trata de coitar con cualquiera ni de cualquier manera, porque aunque los deseos sexuales son muy maleables, no siempre se toleran. El psicoanálisis es una técnica curativa impresionante, porque reconcilia al sujeto con sus deseos y le ayuda a pensar una forma no perjudicial de satisfacción. Son las fantasías de perdida de control, de goce sobredimensionado lo que asusta a las personas. La mujer puede llegar a tener miedo de sus orgasmos y el hombre aterrorizarse cuando ve gozar a una mujer. Ambos son síntomas de lo mismo: intolerancia a la existencia de la sexualidad. Se podrán negar estar palabras, se podrán censurar pero lo que es una verdad es que la privación y frustración sexual provocan enfermedad.