lunes, 29 de noviembre de 2010

PSICOANALISIS Y TRASTORNOS DE LA PSIQUIS

En los 80-90 hubo un boom de medicamentos que parecían que iban a curar todas las dolencias del alma. La depresión, la ansiedad, el toc, la angustia, las crisis de pareja, los problemas sexuales, la infidelidad. Veinte años después, la misma psiquiatría y psicología comienza a darse cuenta ( aunque muchos lo niegen todavía ) que los trastornos mentales tienen que ver con el desarrollo psicosexual durante la etapa infantil y que desligarnos o no querer saber nada de la sexualidad, no es más que esconder la cabeza como las avestruces. El psicoanálisis tiene su base en el estudio de la vida sexual infantil y su posterior desarrollo. El modo en que se establece la sexualidad y el modo en que se reprimie o se asume, es la fuente de la producción de absolutamente todos los problemas mentales. La sexualidad sigue siendo fuente de conflictos pero no tanto la sexualidad del adulto sino la infantil y con esto, detallo que las manifestacionesa afectivas y emocionales, así como las sexuales del adulto, no dejan de ser una manifestación de lo aprendido durante la época infatil y adolescentes. De ahí que la efectividad del psicoanálisis se debe al estudio de la parte inconsciente de la personalidad que es donde reside todo lo aprendido durante la etapa infantil. Todos los trastornos mentales tienen un comportamiento infantil. Los miedos que surgen, la inseguridad, el temor, la ansiedad, la angustia, no dejan de ser manifestacions propias de los niños en sus primeros años de vida, de ahí que se diga que los trastornos mentales guarden relación con aspectos inmaduros de la personalidad. Y de hecho, comprobamos que hay algo de niño en muchos de los síntomas o vida de los adultos. Todo ello tiene que ver con la sexualidad que ni la psiquiatría ni la psicología se atreven a relacionar, porque en la angustia, hay miedo a los propios deseos, en el toc, el deseo intolerable es la exhuberante producción de fantasías sexuales sádicas o masoquistas que el sujeto no tolera, en la depresión, hay un rechazo a la vida sexual, la ansiedad es sexualidad reprimida que no puede manifestarse como tal, las conductas agresivas son desplazamientos de una hiperactividad sexual que no se lleva a cabo o que se reprimite por cuestiones morales. Taquicardias, trastornos de la piel, digestivos, ginecológicos, urológicos, cuya etiología es inespecífica, se puede relacionar la causa de la patología con los trastornos de la sexualidad. Lo prodrán rechazar, lo podrán criticar, pero el psicoanálisis, cura.

lunes, 1 de noviembre de 2010

¿LA SOLEDAD ES UNA ENFERMEDAD?

La soledad es una decisión. Son muchos años viendo pacientes, muchos años estudiando el funcionamiento de la mente y hoy por hoy, puedo decir que la soledad es una decisión a mi entender como especialista, dañina. La soledad supone una negación del mundo, pero de una manera rotunda, por lo tanto, no puede hacer bien semejante decisión. El solitario es una persona que encuentra justificación a su decisión. Alega malas experiencias, maltratos, sufrimientos, decepciones, dolor, perdida de un ser amado. Puede ser que sus experiencias vitales hayan sido así, lo cual no justifica su actitud. En el solitario, se descubre una actitud melancólica, e incluso depresiva, ya que la decisión de no estar con nadie no deja de ser a nivel inconsciente una decisión de estar acompañado de sus fantasmas del pasado. Ponemos el ejemplo de un hombre que sufre una dolorosa decepción con una mujer y nunca más decide tener relación amorosa alguna con mujer otra. Desde el psicoanálisis, podemos decir que la decisión consciente de no estar con mujer ninguna es para seguir con la anterior mujer pero a nivel inconsciente. Esto es lo interesante del psicoanálisis, que lo aparente para la conciencia no es lo mismo para el inconsciente. El solitario siempre vive acompañado pero a nivel imaginario. Vive en su imaginación grandes y épicas historias donde él siempre es el protagonista que siempre sale perdiendo. Vive decepcionado pero a la vez reconciliado con una parte de su ser. También se observa que los solitarios tienden a padecer enfermedades orgánicas de mayor gravedad que las personas que viven en armonía con el mundo. Negar el mundo, pelearse con el mundo, no le puede hacer bien a nadie. Reconciliarse también es una posibilidad de lo humano, para ello, debe trabajarse el rencor, el odio y el exceso de soberbia, características de la personalidad que proporcionan más insatisfacciones que satisfacciones.